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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINViajar en avión no es tan agradable si tienes que aterrizar en uno de estos aeropuertos cuya dificultad para despegar y tomar tierra es elevada y casi imposible en algunos de ellos. Os presentamos los aeropuertos más raros e imposibles del mundo.
Cada vez que pasa un avión, la carretera más transitada del peñón que cruza transversalmente el aeropuerto, tiene que ser cerrada.
Peculiar por su ubicación en el mar, este aeropuerto está formado por 180 pilares de hormigón que lo elevan hasta 70 metros por encima del mar. Aterrizar en ella es mucho más complicado que en otra, debido a las turbulencias ocasionadas cuando la velocidad del viento es superior a 15 nudos. Por ello, los pilotos que despeguen o aterricen aquí necesitan una licencia especial.
Para aterrizar o despegar de Sint Maarten los aviones pasan por una playa llena de turistas y curiosos a una altura de tan sólo 25 metros.
Es considerada la pista más corta del mundo con tan sólo 400 metros de longitud. Un desafío para los pilotos más aventureros que pilotan aviones pequeños o helicópteros ya que los aviones comerciales no pueden aterrizar ahí.
Con una pista de aterrizaje de apenas 525 metros y una pendiente del 18,5%, sólo los pilotos más especializados pueden aterrizar en este aeropuerto.
Tan sólo ocho pilotos en el mundo certificados pueden aterrizar aquí. Su dificultad requiere que estos pilotos realicen entrenamientos con simuladores 3D de alta tecnología que recrean las condiciones de vuelo de este aeropuerto. A más de dos mil metros de altitud y rodeado de picos y montañas puntiagudas.
Su torre de control es la más alta del mundo con 132,2 metros de altura. Sólo tiene una terminal pero es la tercera más grande del mundo con 563.000 metros cuadrados.
Fue diseñado por el estudio Murphy/Jahn Architects, de Chicago, y actualmente es uno de los símbolos de la ciudad y del país.
Aterrizar en una auténtica placa de hielo donde no se llega a disipar el final, debe de ser increíble. Esto conlleva el gran riesgo de que por el movimiento o el peso del avión, éste quede atrapado en la nieve blanda o que el hielo se rompa.
Este aeropuerto fue construido en el mar por problemas de espacio. En Osaka no cabía y por ello el arquitecto Renzo Piano lo diseñó en el mar. La superficie del aeropuerto tiene cinco kilómetros cuadrados y una carretera lo une con la ciudad lo que permite el acceso por medio de coche y barco.
El único aeropuerto del mundo que usa como pista de aterrizaje la playa. Sí, la playa.
Ubicado entre las montañas del Himalaya tiene una pista en la que sólo se puede aterrizar de día y su longitud alcanza los 600 metros.
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