“Hay muchos hosteleros que van a solicitar los permisos de una panadería para abrir rápido sus negocios y, una vez en funcionamiento, tramitar la licencia de bar o cafetería”, afirma el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete. De hecho, en la sede del colectivo han recibido algunas consultas sobre este tema porque “un permiso para abrir un local de hostelería tarda hasta un año y pico” y los documentos para estrenar un despacho de pan llegan casi de forma inmediata. 

Cañete resalta que las autorizaciones de hostelería son “carísimas” y hay quien ha visto la trampa perfecta para probar suerte en este ámbito laboral al ver que el Ayuntamiento no hace nada pese a contar con denuncias fundadas de la asociación. 

“La gente va a probar a ver si funciona y piensa que si va bien ya tramitará la legalización”, destaca, al tiempo que recuerda que la cédula que permite vender pan no da el visto bueno, en cambio, para funcionar como cafetería, pues a los empresarios no se les reclama la insonorización de sus locales ni los mismos requisitos sanitarios. “Si cambian la licencia con cerrar un mes para insonorizar ya vale”, subraya. Tampoco tiene los mismos gastos ni la necesidad de cumplir “el convenio colectivo” de la hostelería.

Exigen sanciones 

El representante del sector reitera que con una “declaración responsable” y sin ningún control de por medio nacerán algunos bares en A Coruña que quizá ni siquiera reciban una multa por funcionar de forma ilegal porque la visita del inspector “puede tardar años o no llegar”. 

“Van a empezar los primeros y va a haber más; solo cuando nos pongamos serios la gente empezará a cumplir”, avisan desde el colectivo ante la picaresca. Precisamente para evitar irregularidades y una amplificación de la “competencia desleal”, Cañete exige al nuevo Gobierno municipal que tome medidas y sancione a las panaderías que operan como cafeterías encubiertas sin estar en igualdad de condiciones que las empresas regularizadas. 

“Presentamos la denuncia al anterior Gobierno con un dossier con fotografías y tickets de caja demostrando la situación y se ha cometido una dejadez de funciones que sigue igual”, critica. 

Incluso hay franquicias que continúan adaptando sus bajos comerciales a la nueva moda sin ningún tipo de revisión.

Fuente: El Ideal Gallego